domingo, 6 de noviembre de 2011

Der Mond Satans: Capitulo 4

Parte 1: La despedida de la comisaria

Capitulo 4

Raccoon City, 26 de Septiembre 1998… 3:00 pm

-¡Anda Madison; no te quedes ahí muévete!- Los tres oficiales estaban demasiado impresionados por las creaturas que había aparecido frente a ellos, cortándole la cabeza a uno de los oficiales en guardia. Rick Johnson, un oficial que participo la noche anterior en la contención del ataque de los muertos vivientes a la comisaria de la ciudad Raccoon; no había visto jamás creaturas como esas. Parecían ser humanos pero sus músculos estaban expuestos como si les hubieran arrancado la piel, no tenían ojos, en lugar de eso sus cerebros estaban expuestos y no solamente eso las creaturas tenían unos enormes colmillos, y afiladas garras al final de sus cuatro extremidades.

El oficial Madison, novato de la comisaria, contratado hacia unos pocos meses atrás no estaba preparado para aquella situación; su novia Valeria había muerto la noche anterior. Ella había sido víctima de unos asesinos caníbales, zombis muy posiblemente, al salir de la universidad, ella era el amor de su vida y había sido comida hasta los huesos, aun así él no pudo ayudarla… lo único que quedo de ella fue una gran mancha de sangre y restos irreconocibles, de no ser por su cartera, la cual no fue robada, no la habían identificado. Ahora no solamente ella estaba muerta, sino que Benedicto su amigo de la comisaria quien le había enseñado todo estaba muerto también. Ante la situación Madison se quebró y cayó de rodillas sobre el suelo de la entra a garaje.

-¡Vamos Madison te necesitamos!- Grito Rick, quien tomo una de las 2 escopetas que había traído y le disparo a una de las creaturas, las cuales intentaban asestarles estocadas con sus lenguas anormalmente grandes, mas, aquellas creaturas eran extremadamente agiles y evadían con facilidad sus disparos, a pesar de que parecía que no veían, estas se movían constantemente. Patrick compañero de Rick desde hacía 3 años, estaba hombro con hombro junto con su amigo.

-Rick, mira estas cosas, se mueven en patrones, saltan aleatoriamente de izquierda a derecha y luego intenta asestarnos un golpe con sus garras saltando, ya he calculado más o menos sus movimientos- Dijo Patrick, quien se movió justo a tiempo para no ser alcanzado por las garras de aquellas creaturas.

-Sí, creo que tienes razón, pero ya he gastado 3 tiros y no logro impactar a estas cosas… eso y Madison está ahí de rodillas… ¡Reacciona maldición!- grito Rick, mientras se movía en círculos alrededor de las dos creaturas. Rick pudo ver como una de esas creaturas retrocedió un par de centímetros, se recogió sobre sí misma y levanto una de sus garras en el aire a la altura de sus hombros, incluso Rick pudo ver sus dientes, parecía como si sonriera. Esta vez, el oficial Johnson decidió no esquivar, tenía una escopeta Remington 870 Express del calibre 12 con balas pesadas, si lograba darle justo en el momento indicado esa cosa volaría en pedazos. Rick adopto una posición de tiro segura y estable para esperar al embate de la creatura, no tuvo que esperar demasiado ya que casi inmediatamente después de adoptar la posición de disparo la creatura salto en el aire desde una distancia aproximada a los 3 metros, a pesar de eso y aunque la creatura parecía llevar gran velocidad, Rick Johnson, pudo verla venir hacia él casi en cámara lenta y en el instante en que estaba a menos de un metro frente a él; acciono el gatillo de la escopeta y la reculada de la misma fue la señal de que aquella cosa hacia salido disparada en dirección contraria a él.

Aquella creatura debido al impacto de la Remington 870, resulto severamente herida y el pecho como la parte baja de la cara fueron destruidas, la creatura cayó de espaldas en el piso de la entrada al garaje de la comisaria. A pesar de tener el pecho despezado la creatura pareció intentar levantarse, pero solo vio un horrible chirrido y movió sus garras de manera agresiva en todas direcciones como si intentara agarrar a su agresor, pero después de eso, dejo inmóviles las extremidades por algunos segundos y las dejo caer. Estaba muerta…


-¡Aarrrrrrg!- El grito de dolor de alguien se escucho cerca de Rick, cuando este volteo pudo ver a si compañero Patrick Salas al que una de esas creaturas había logrado insertarle su lengua como si fuera la hoja de una espada por el abdomen, Rick contemplo con todo detalle como al salir la lengua del interior del estomago de su amigo salían enormes cantidades de sangre y se regaba por el piso.

-¡Patrick resiste!- Dijo Rick, quien volteo para ubicar donde se encontraba Madison, pero aquel tipo estaba recostado en contra de la barricada que ellos habían construido. Mientras tanto Patrick no perdió tiempo, apenas la lengua salió de su abdomen, él alzó la m 16 que Rick le había entregado y disparo justo hacia el cerebro expuesto de aquella cosa; velozmente la ráfaga de balas automática que expedía el arma destruyeron el cerebro del monstruo, este se volteo y comenzó a mover erráticamente sus extremidades hasta que se detuvo al igual que la otra. Patrick comenzó a caer lentamente apoyado contra la malla metálica que divida el parqueo de la comisaria de la entrada al garaje. –Maldito monstruo… no volverás a lastimar a nadie más en mi ciudad…- Dijo Patrick convaleciente, mientras Rick se acercaba a él.

-¡Patrick, no seas cobarde eso no es nada resiste!- Dijo Rick quien no sabía qué hacer ante tal situación, Rick vio hacia los lado y encontró un trapo viejo ene l suelo, por el momento eso sería suficiente para hacer un torniquete.

-No Rick… déjalo, no toques mi sangre… recuerdas lo que dijeron los STARS en aquel momento… Ellos dijeron que cuando fueron a la mansión en Arklay las personas habían sido infectadas por un virus, esto debe ser lo mismo, si me tocas podrías infectarte…- Rick enfurio al instante e insistió en su idea, pero Patrick se negaba. –Rick, ya basta no seas terco… tu deber es proteger a esta ciudad y sus habitantes, ya no hay más tiempo… si tan solo, si tan solo hubiéramos escuchado a los STARS en aquel momento quizás esto no estuviera pasando…- Dijo Patrick quien se escuchaba cada vez más débil y se ponía muy pálido.

-Maldita sea Patrick no digas esas cosas, los STARS nos abandonaron y seguramente están detrás de todo esto… ¿viste la mujer que escapo de la comisaria?... ella es una de las miembros de STARS quien estaba robando algo de la morgue, si eso del virus es cierto, creó que ella es quien lo a esparcido por la ciudad… seguramente se está vengando por no haberle creído, esa maldita siempre supe que no era de fiar…- Dijo Rick con mucha ira en su mirada y mientras apretaba muy fuertemente su puño derecho con el que sostenía el trapo con el que quería ayudar a Patrick.

Patrick levanto la mirada hacia Rick en forma rápida. –¿Que has dicho Rick? ¿Estás seguro de lo que dices? Yo trabaje con los STARS durante todo el tiempo que estuvieron en Raccoon y nunca desconfié de ellos… pero las cosas son muy extrañas ahora. Rick si lo que dices es cierto, nuestro deber como policías es desenmascararlos, anda corre la chica debió haber corrido hacia ST. Michael, escuche un rumor en los pasillos de la comisaria, según dicen algunos en ese lugar se levantara un puesto de evacuación… pero son solo rumores, mas es tu mejor pista. Llévate esta m 16 contigo, te será útil si alguna de esas creaturas aparecen de nuevo- Rick Johnson tomo el arma de Patrick, pero no podía irse y dejar morir solo.

-¿Que ha sucedido aquí?- Pregunto Tashira quien llego a la entrada del garaje junto con dos oficiales más, -Rick, Patrick…- Tashira se detuvo en cuanto vio a Patrick Salas con una terrible herida - ¿Dónde están los demás?- Pregunto Tashira mientras veía a su alrededor, pero aparte de un cadáver decapitado que provoco que Tashira vomitara, Los demás oficiales procedieron a verificar los cadáveres de las dos creaturas, mientras Rick se acerco a Tashira quien se limpiaba la boca.

-¿Estás bien?- Pregunto Rick, pero era obvio que la mujer estaba muy alterada. Tashira asintió y volvió a preguntar por lo que había sucedido, sin embargo fueron interrumpidos por Madison, quien se levanto espontáneamente de su posición fetal.

-¡Todos vamos a morir, la ciudad está perdida… todos pagaremos por ser pecadores!- Madison hablaba incoherencias y comenzaba a incomodar a los demás policías. Rick volteo a ver a Tashira y a Patrick, quien aun luchaba por su vida.

-Oye tu mejor cállate, no vamos a morir… debemos mantenernos unidos para proteger a los ciudadanos- Madison al escuchar las palabras de Rick se lanzo a reír a carcajadas y con una expresión muy extraña.

-¿Que acaso fui el único aquí que vio esas cosas?- Dijo Madison alejándose de Rick quien se acercaba. –Decapitaron a Gustav y pronto Patrick estará muerto también, todos vamos a morir y no podemos hacer nada… mi querida Valeria murió también--- ya no hay oportunidad…- Dijo Madison en tono siniestro. Rick a pesar de eso continúo intentado acercarse a Madison para tranquilizarlo, pero cuando este intento poner su mano sobre el hombro de pero Madison de inmediato lo detuvo golpeando la mano de Rick con su pistola. –¡¡No moriré como ustedes!!- Madison dijo eso justo antes de Dispararse en la cabeza y morir casi de inmediato, ya que al caer su cuerpo convulsiono un par de veces y Madison levanto su brazo pero ya era demasiado tarde, murió. Tashira grito desconsolada, al parecer todos estaban enloqueciendo, en ese mismo instante Patrick interrumpió la situación.

-¡Rick no debes puedes más tiempo, corre!- Rick Johnson asintió, abrazo a Tashira fuertemente y luego de eso corrió para poder saltar la barricada. Una vez del otro lado volteo a ver la comisaria una vez más temiendo que fuera la última vez, pero se juro a si mismo que volvería y ayudaría a todos sus compañeros, o obstante de momento debía descubrir que era lo que sucedía en la ciudad, quien había ocasionado todo lo que sucedía y más aun… hacer cumplir la justicia.

viernes, 21 de octubre de 2011

Capitulo 3 Der Mond Satans

Capitulo 3

Noticia de última hora – Las fuentes policiales indican lo que temíamos la extraña enfermedad que ataca a tanto humanos, como otras creaturas; esta infectando a gran parte de la población de Raccoon City-

-Hoy en la madrugada un gran conglomerado de infectados por esa enfermedad, que algunos expertos médicos del hospital de Raccoon asocian con la rabia debido a la agresividad con la que actúan los infectados, ataco la comandancia de policías dañando su equipo de comunicación, ya es el segundo atentado contra la comandancia de policías en este mes, no se confirman víctimas fatales hasta el momento según informes extra oficiales. Sin embargo por motivo de los atentados no se puede recurrir a las autoridades por ningún medio de comunicación que no sea un canal de emergencias radial. Gracias a esto la policía ha dicho que para cualquier percance que pudiera sufrir la población no es necesario viajar por la ciudad hasta la comisaria, se deben quedar en sus hogares y si son infectados aíslen a esa persona o aléjense de ella lo antes posible, no la lleven al hospital de Raccoon ya que este está saturado de pacientes infectados y con altas probabilidades de dañar a otras personas- En la estación de radio de Raccoon se intentaba hacer un esfuerzo sobre humano para mantener al tanto a la población, no obstante sus reporteros disminuían a cada segundo, muchos de ellos desertaban o eran atacados por las personas que intentaban entrevistar.

-Noticia de último momento la corporación Umbrella baluarte del progreso de la ciudad a decidido enviar refuerzos a la policía para contener la infección, como compañía farmacéutica que son han respondido a la emergencia virológica que sufre nuestra amada ciudad. Las autoridades de la corporación han expresado su preocupación para con nosotros, los civiles y también en solidarizarían con nuestros cuerpos de socorro… ¡Gracias Umbrella!- Era increíble escuchar tales habladurías por la radio, pero claro, las personas de la ciudad en estos momentos necesitaban algo en que creer, mientras tantos yo he esperado pacientemente a que todo se saliera de las manos, la burla que la corporación la había tendido a toda esta gente era un gran teatro… no me explico cómo lograron invisibilidad tan bien el percance hasta que fue incontrolable. Estoy consciente que yo desde que arribe a la ciudad el 6 de setiembre de 1998 fui parte de ese encubrimiento, buscando y matando a los infectados, pero se propagaban como ratas… literalmente.

No fue así desde un inicio, por motivos que aun no me explico primeramente la infección se dio de humano a humano, si se tiene en cuenta que todo estuvo muy por debajo de la opinión pública por más de 20 días sin tomar en cuenta algunos activistas avispados que deambulaban las calles de noche queriendo obtener respuesta del porque desaparecían algunos de sus familiares sin razón aparente. En algunos casos esos entrometidos tuvieron el infortunio de encontrar a sus parientes, pero en otros yo fui quien los encontró… no fue en un buen final en ninguno de ambos casos para estos paisanos aventureros y deseosos de un misterio a lo novela policiaca, pobre diablos.

-Se le informa a todos los habitantes que no deben de entrar en pánico, nuestro gobierno está al tanto de lo que sucede y han decidido colocar un cerco de control en las afueras de la ciudad, para que la infección no se propague. Es por tal motivo que insistimos que se debe de detener conciencia y no salir de sus hogares a menos que sea estrictamente necesario. Tenemos un dato de último momento, la corporación Umbrella nos bendecirá con un grupo expedicionario que llegara hoy mismo a la ciudad, debemos dar por sentado que este infierno acaba hoy….-

La transmisión fue interrumpida por el grito de la locutora, luego solo pude escuchar como gritaba los nombres de sus compañeros y minutos después el sonido de la puerta de la sala de grabación rompiéndose fue la señal que la infección ya había llegado a niveles críticos… si podían tomar todo in edificio radial y comerse a la locutora de una radio emisora sin problemas la ciudad estaba condenada, ya no hay nadie que puede detener esta locura. Los gritos y sonidos guturales que salen de la radio no esconden ese sentimiento que me rodea, la ciudad está llena de infectados de todo tipo; no solo son zombis, hay perros, ratas, insectos y otras creaturas que no tendrían razón de ser si no fuera por Umbrella.

Ellos, todos ellos saben que estoy aquí, pueden sentirme como yo a ellos, con todo hay demasiada comida como para que se interesen en mí, mientras esto siga así yo podre esperarla a ella. Estoy sujeto a esta ciudad y esa amable joven que por alguna razón da su vida por un desconocido a pesar de todo lo que ha visto que he sido capaz de hacer, ella es una persona ejemplar y merece seguir viviendo una vida alejada de todo esto, aun así no lo hace porque sabe que la necesitan…

Mientras tanto corriendo por la zona residencial, un policía de la RPD estaba atónito ante la situación, a donde quiera que viese solo podía ver gente comiéndose unas a otras, mientras que otros corrían despavoridos y eran apuñalados frente a él por otros sujetos que intentaban robarles. No se podía permitir tal cosa, Rick había jurado algo el día en que su esposa lo había dejado después de la muerte de su hijo Tommy, nunca abandonaría a nadie que lo necesitara, nunca más abandonaría a nadie que pudiera tener una oportunidad de seguir viviendo…

Sea como sea, con o sin arma Rick Johnson tomo cartas en el asunto. – ¡Oye tu! ¿Qué crees que haces?- grito Rick antes de tomar la mano del sujeto que acababa de apuñalar a un hombre hacia unos instantes frente a él. El sujeto forcejeo con Rick, pero gracias a su entrenamiento el agente del departamento de policía logro inmovilizar a tipo y quitarle el cuchillo de casería que llevaba.

-Dame esa arma hermano la necesito para defenderme- Dijo el hombre que estaba boca abajo contra el suelo, mientras Rick esposaba sus manos. – Esta ciudad está loca hermano, necesito mi arma hermano- Rick hacia oídos sordos a las palabras del sujeto, su asentó era el típico del delincuente juvenil de los barrios bajos de la ciudad, no le extrañaría que utilizara la propagación de la enfermedad como una escusa para asaltar y matar gente, así son esas personas. Johnson se levanto y corrió al otro lado de la calle para ver a su compañera de piso Vanessa que estaba tirada al otro lado de la calle, el policía sabía que no debía esperar mucho después la caída y la herida en el hombro que como podía ver gracias al enorme charco de sangre que rodeaba al cuerpo de Vanessa. Al acercarse vio al sujeto que la había atacado con la cabeza despedaza, era irreconocible.

Rick sujeto a Vanessa entre sus brazos y la sostuvo como había sostenido a su hijo aquel fatídico día - lo siento Vanessa no fui capaz de ayudarte a tiempo- El oficial movía la cabeza en pena de un lado al otro conteniéndose para no derramar ninguna lagrima por aquella que había sido como su hermano desde que comenzó a vivir solo en la ciudad luego que su esposa lo abandonara. Vanessa tenía su pie derecho roto en varias partes, incluso tenia huesos sobre salidos y en su hombro izquierdo y casi toda la parte superior de su pecho destrozada y en carne viva hasta podía ver sus costillas. –Pobre Vanessa no te merecías una muerte así, llamare a la comandancia y te llevaremos la morgue, te prometo darte una sepultura como la mereces- Rick había descuidado al sujeto que había esposado, que aprovechó mientras el oficial estaba lamentándose por la muerte de su vecina para levantarse, mientras caminaba sigilosamente el delincuente paso junto al sujeto que el suponía había matado para robarle la billetera, pero justo cuando él estuvo junto a supuesto cadáver de aquel hombre, éste tomó la pierna del delincuente y la mordió tan fuerte mente que llego hasta el hueso.

En ese mismo instante el delincuente grito despavoridamente y cayó al suelo – ¡Ayúdame hermano, este tipo se volvió loco, dame mi cuchillo!- Rick se sobresalto al escuchar el grito de aquel hombre y se volteo para ver que estaba pasando, en efecto cuando se volteo pudo ver como el tipo que acababa de esposar estaba siendo atacado por aquel que había sido apuñalado pocos minutos antes. Rick no podía creer lo que veía por lo que quedo en shock por algunos segundos, el sujeto que él había visto morir por una puñalada ahora estaba devorando vivo a su propio asesino, era una mala ironía. Rick tenía el chuchillo de casería junto a él, pero cuando intento recogerlo sorprendentemente vio como Vanessa había los ojos, de forma que pudo ver sus pupilas descoloridas y también vio como daba algunos espasmos en todo su cuerpo. Levantándose de inmediato y sujetando el cuchillo que tenía a sus pies el oficial no podía creer lo que veían sus ojos… ¡Vanessa estaba volviendo a la vida, se movía después de muerta!

La que había sido su vecina por algunos años, murió frente a él y ahora de la misma manera volvía a moverse. Ella estaba produciendo algunos sonidos guturales, mientras unos líquidos negruzcos salían de sus heridas, era sangre coagulada, su boca se había llenado de esta sustancia también y se derramaba mientras ella intentaba levantarse. Rick retrocedió algunos pasos y volteo a ver al detenido que ahora estaba muerto y siendo devorado por su víctima, sin perder ni un segundo volteo una vez más a ver a Vanessa quien se encontraba de pie, pero al intentar dar un paso se cayó al suelo de cara sin siquiera intentar amortiguar la caída con sus brazos. El oficial estaba demasiado impactado para decir cualquier cosa, lo que él había sospechado días atrás era cierto; quienes atacaban la ciudad desde hacia meses matando a varias personas y devorándolas eran zombis… tal… tal y como también les habían advertido los miembros de STARS antes de ser suspendidos… todo este tiempo ellos habían tenido la razón.

Mientras Rick Johnson pensaban en todo lo que había sucedido, Vanessa tomo la pierna de este, pero casi instintivamente, Rick sin pensarlo sujeto el chuchillo fuertemente y comenzó a dar cortadas en el brazo de Vanessa casi arrancándoselo, pero aquel cuchillo no podía cortar hueso, mas si consiguió que le soltara.

Rick retrocedió hasta esta en medio de la carretera desde donde puedo observar como desde los callejones aledaños más de esas creaturas aparecían, zombis por doquier. El oficial no estaba muy seguro de lo que debía hacer hasta en ese momento, todo estaba pasando demasiado rápido, antes de quedar rodeado el policía escapo en dirección norte hacia la estación de policías en ese lugar podría al menos conseguir un arma.

Aquellos momentos en los que corría por las calles de la ciudad hacia el departamento, todo parecía haber cambiado en solo unas horas, y pensar que tan solo aquella madrugada había vuelto caminando a su apartamento luego del incidente y ahora lucia como si viajara por un lugar totalmente desconocido. Para su suerte vivía cerca de la estación y rápidamente estaba en Ennerdale St. la carretera que cruzaba frente a la estación de policías. Una vez ahí Rick corrió hacia la estación y vio a sus compañeros colocando una barricada de paneles metálicos anti-disturbios a los lados de la carretera, mientras que otros disparaban a los zombis que se acercaban. Las personas no infectabas hacían una gran presión, pero los oficiales no les permitían entrar, Rick se acerco rápidamente he intento entrar en medio de la multitud.

-¡Háganse a un lado soy policía, déjenme pasar!- Gritaba Rick, quien después de unos minutos logro atravesar la multitud y se encontró delante de unas vallas dividirías de las que utilizaban para regular el transito ahí vio a su compañero Marco. –¡Aquí Marco, soy yo Johnson, lamento haber llegado tarde, me he quedado dormido!- Marco su compañero lo vio de inmediato y le hizo atravesar la barricada, pero muchos más intentaron cruzar también, aun así no les permitieron entrar.

-¡Oye cabrón pensamos que estabas muerto, suspendimos hasta mañana la contra ofensiva debido a que los equipos de Umbrella no llegarían sino hasta mañana, por lo que decidimos movilizar al grueso de nuestras fuerzas a otro lugar, te lo has perdido, te han dejado atrás y no podemos revelarte la ubicación. De todas maneras te necesitamos aquí con nosotros, mira esta situación, la comandancia no da abasto, ve en intenta ayudar en algo- Marco luego de dicho aquello continuo cuidando de la barricada que parecía sedería en cualquier instante. Rick no podía creer lo que le acababan de decir, lo habían dejado atrás, una vez más su reloj lo había traicionado apenas hacia principios de año había perdido la oportunidad de participar en las pruebas para lograr ser parte de los STARS de la ciudad y no puedo conseguir el puesto debido a que se había quedado dormido, en su lugar habían escogido a una chica recluta con título universitario, esa tal Rebecca, para quien tomo un cierto odio debido a su propio descuido.

El oficial Rick se abría paso entre la multitud mientras que pensaba en como la recluta y los demás miembros siempre habían tenido la razón, seguramente si él hubiera estado con ellos en aquel momento del incidente en Arklay las cosas pudieran haber sido distintas y muchos de los miembros de los STARS que fueran en algún momento sus amigos no hubieran muerto, incluido el Capitán Alfred Wesker con quien de vez en cuando disfrutaba una taza de café por las madrugadas en el comedor de la estación, él nunca hablaba mucho pero el solo hecho de sentarse junto a él y cruzar una que otra palabra de vez en cuando ya le confería algún tipo de complicidad con el capitán. Si tan solo… si tan solo esa entrometida no…

-¡Oye tu! ¿Eres Rick Johnson no?- Pregunto alguien justo cuando Rick cruzo la puerta que daba al salón principal de la comisaria.

-Sí, soy Rick Johnson- Respondió dubitativo el oficial ya que no pudo ver bien quien lo había reconocido ya que la comisaria estaba llena de gente por todos lados. Pero rápidamente alguien sobresalió de entre la multitud, era David Ford el sargento a cargo de la defensa de la comisaria desde el día anterior. – ¡Señor! Disculpe la tardanza, han surgido muchos imprevistos camino acá… la ciudad…- David interrumpió a Rick rápidamente, era obvio que el sargento ya sabía lo que pasaba en la ciudad.

-Está bien Rick eso ya no importa más, ahora debemos preocuparnos por estas personas, he enviado a nuestros policías a distintas áreas de la ciudad para proteger a los ciudadanos y evitar más disturbios, por otro lado las fuerzas antidisturbios y nuestras unidades especiales están esperando ordenes para contra atacar, hemos ubicado una reserva de policías cerca de del puente de la calle Euston sobre el rio Circular para el momento en que no podamos en la comisaria. Con todo no creo que seamos capases de contener lo que sea que suceda en la ciudad, los nuevos reclutas se suponen llegarían pronto no serán suficientes para lograr algo encontrar de lo que estamos luchando, aun así hemos decidido dispersar las armas entre todos los oficiales y civiles que sepan usar un arma como agentes de seguridad, ese tipo de personas- David mientras hablaba comenzó a caminar hacia la izquierda de la puerta principal de la comisaria en el lugar donde se encontraban las oficinas y la sala de prensa, desde ahí llegarían a la bodega de armas. Johnson caminaba de cerca al sargento pero no pudo evitar notar como la gran cantidad de personas se apretujaban unas a otras en el centro de información esperando respuestas a lo que sucedía en la ciudad, habían demasiadas personas dentro de la comisaria, eso sería un problema en algún momento no cabía duda. Cuando entraron en el pasillo de la sala de espera, Rick noto que había menos personas en aquel lugar, pero en vez de eso habían más policías de la reserva algunos de ellos posiblemente no saben siquiera disparar un arma, aquello era seguro, Rick vio a una mujer junto a la máquina expendedora tenía un short muy ajustado y pequeño, incluso en una situación como la que vivía la ciudad Johnson sabia tomarse el tiempo para disfrutar de los espectáculos.

-¡Oficial Johnson! No se distraiga necesito que se dirija a la bodega de armas y que ayude a los agentes a dispersar las armas, los oficiales que están en esta sala cada uno debe de tener un arma a su disposición, como también municiones, diríjase de inmediato- David no había terminado de decir eso cuando Rick ya se dirigía corriendo hacia la bodega de arma, estaba muy avergonzado debido a que lo habían descubierto mientras veía a aquella mujer, quien se percato de lo sucedido, pero ella solamente sonrió de manera lujuriosa. El oficial entro en las oficinas de investigación, lugar que parecía un manicomio ya que todos los oficiales no paraban de hablar y de lanzar papeles mientras contestaban el teléfono, solamente la oficina del sargento donde estaba una caja fuerte continuaba ordenada.

Rick llego al pasillo donde se encontró con otro oficial, Esteban quien parecía estar esperando algo junto a la puerta que daba a las escaleras de emergencia afuera de aquella sección de la comisaria, pero él tenía una escopeta, quizás no esperaba más que algún intruso que intentara entrar en la comisaria. Una vez sobre el pasillo el oficial Johnson se sorprendió que el sistema de emergencia, que activaba unas rejillas metálicas sobre las ventanas de ese piso, no estuvieran encendidas; Rick paso cerca de la caja donde se activaban las rejillas metálicas y observo los cables cortados, debían cambiarlos lo antes posible, pero por el momento el no tenía tiempo para ir a buscar un repuesto, ya alguien más se haría cargo. Al cruzar cerca de las ventanas el oficial vio la torre de radio aun destrozada fuera de la comandancia, recordó en ese momento el incidente de principios de mes donde unos supuestos desertores de las fuerzas militares de Umbrella habían llegado a la ciudad para robar secretos industriales, según lo que habían dicho las autoridades de la corporación. Rick no había tenido la oportunidad de verlos, ya que eso fue entrada la tarde y él no había entrado a su turno a esa hora, también vio los equipos dañados juntos a la torre, equipos que se habían destruido la noche anterior ante el ataque que él y sus compañeros sufrieron y pensaron que se trataba de los enfermos enloquecidos por la supuesta enfermedad, pero ahora estaba claro que eran zombis.

Johnson continuo su camino hasta llegar a las escaleras que daban a la base de la vieja biblioteca de la ciudad, ahí estaba la entrada a la bodega de armas, el estacionamiento que también funcionaba como taller para las patrullas y a las celdas de la comisaria, por otra parte se encontraban la morgue de la comisaria; un lugar que el oficial Johnson no quería visitar. Al descender por las escalenas lentamente no podía dejar de pensar en lo sereno que estaba a pesar de lo que sucedía en la ciudad, la única explicación lógica en su mente ante tal comportamiento era su sentido del deber, si él como oficial entraba en pánico los civiles seguramente armarían un gran disturbio, era muy probable que la mayoría de sus compañeros pensaran de la misma forma. Al llegar al sótano, Johnson camino lentamente por el estrecho pasillo ya que no escuchaba ningún ruido, era mejor ser precavido ya que no se sabía cuándo podría ser atacado por alguna creatura y para su suerte solo portaba aquel cuchillo no demasiado útil, como ya había comprobado.

Rick llego al pasillo principal del sótano y pudo ver la puerta de la morgue abierta, el oficial recordó que según las reglas de la comisaria: la puerta de la morgue debería permanecer siempre cerrada debido a que dentro se empleaban químicos peligrosos, además de que la morgue siempre debía estar a una temperatura constante. Rick decidió entonces cerrar la puerta de la morgue, pero al acercarse pudo escuchar unos ruidos extraños dentro de la habitación, sonaba como algunos si alguien brindara, ya que el sonido pertenecía a vasos de vidrio golpeando unos con otros. Rick tomo el pomo de la puerta para abrirla por completo e investigar, sin embargo fue interrumpido.

-¿Rick eres tú?- Una voz femenina y familiar interrumpió a Rick Johnson, era Tashira una de las oficiales del departamento de detectives, incluso su uniforme era diferente. – Rick qué bueno que te veo por acá- Dijo Tashira un tanto sombría al acercarse a Rick y tomarlo de la mano para acercarlo a la sala de armas. – Hemos estado esperando ayuda desde hace algún tiempo, seguramente te enviaron de arriba… bueno veo que tampoco tienes un arma encima, valla cosa, enserió estamos mal. El plan de David de repartir armas es acertado, si oficiales como tú están desarmados en una situación como esta debemos apresurarnos a repartir las armas- Johnson solo pudo voltear a ver la morgue antes de que lo alejaran de la puerta, pero él estaba seguro que dentro de ese lugar no había ningún patólogo o tecnólogo en disección, ya que los verdaderos encargados jamás dejarían la puerta abierta posibilitando que algún civil o un mirón espiasen a los cadáveres, así como dejar la posibilidad de que dañaran los cuerpos o alguna evidencia. Aunque debido a los acontecimientos recientes ni los forenses tomaran tan enserió las reglas.

Una vez dentro de la bodega de armas, Rick vio a tres oficiales más haciendo inventario y alistando las armas para ponerlas en circulación, con sus respectivas municiones, pero por cómo se veía alrededor, ya había esparcido gran parte de las mismas. –Rick toma la pistola que quieras de aquel anaquel- Dijo Tashira mientras ella se acerco a sus otros dos compañeros para tener listo el siguiente paquete de armas. Johnson se acerco al anaquel y vio varios tipos de armas, pero entre ellas había una que él considero ideal para la emergencia que vivía la ciudad, de 9 milímetros y con una potencia para nada despreciable, pero con una gran capacidad de carga la Zoraki 959 fue su elección, pero en el estante que estaba cerca de donde se encontraban las pistolas había algo que llamo poderosamente la atención de Johnson, era un artefacto que se utilizaban en las operaciones de rescate, un garfio portable que servía para sujetarse de superficies mientras se bajaba a rapel desde algún edificio o acantilado, aunque era pequeña, había escuchado que aquel artefacto tenía la suficiente potencia para levantar a un hombre de unos 120 kilos del suelo, suficiente para que Johnson pudiera utilizarlo. Apresurándose el oficial cargo la Zoraki y la coloco en la funda de su cinturón, pero también ato el lanza garfios a su muleca y a su brazo, a pesar de ser un poco pesado el lanza garfios protegería su brazo en caso de que alguien intentara morderlo en ese lugar, y su estructura de metal sería ideal para dar un buen golpe.

Rick estaba listo para cualquier cosa, ahora solo restaba esperar órdenes, mientras se acomodaba su gorra del RPD Tashira lo llamo.

-Por favor lleva estas armas son: dos escopetas y un fusil m16, aquí tienes sus cartuchos en esta bolsa- Dijo Tashira mientras le entregaba las armas a Johnson quien las sostenía apenas con sus brazos y Tashira le coloco el bolso con municiones en el cuello, por suerte para el oficial tenia los músculos suficientes para aguantar el peso de las armas y las municiones. – ¿Algún problema Rick?- Pregunto Tashira mientras sonreía, pero Rick negó, - Debes dejar esas armas en el estacionamiento, saliendo por el garaje encontraras a algunos oficiales que protegen la entrada a la calle principal que está cerca del estacionamiento para los civiles, ellos necesitan estas armas, por favor date prisa… no sabemos cuándo podrían atacar de nuevo- Se notaba perfectamente el tono triste en la voz de Tashira, ella es la medico del departamento y seguramente le toco ver a sus compañeros muertos a mordidas… “pobre mujer”, pensó Rick antes de asentir y salir de la bodega de armas.

Justo al estar bajo el marco de la pesada puerta de la bodega de armas, Rick escucho un ruido proveniente de la morgue… la puerta se estaba abriendo, retrocediendo rápidamente, Rick se escondió para poder ver quien salía de aquel lugar. La puerta se abrió lentamente y del umbral salió una joven mujer de cabello castaño y corto, se dio la vuelta y miro hacia ambos lados en una actitud sospechosa antes de cerrar la puerta. Al darse la vuelta Rick vio que la pequeña joven tenía en el chaleco que portaba varias marcas de sangre, las cuales sobresalían ya que su chaleco era blanco, además tenía una cruz roja y la palabra “RESCUE” dentro de la cruz roja, el conocía a esa chica… pero no recordaba quien era. La mujer se volteo de nuevo hacia el pasillo que daba al garaje y una vez más reviso que nadie la hubiera visto, luego levanto un tubo de ensayo con un liquido color morado frente a su rostro, la mujer era una joven de cara redonda y ojos celestes, casi en un tono de gris. Al estar de frente Rick reconoció ese traje blanco y verde de la mujer, aun que tenía manchas de sangre por casi todos lados, no necesitaba ver la insignia en la manga de su blusa para saber que era la nueva miembro de los STARS.

La chica comenzó a caminar lentamente por el pasillo, viendo en todas direcciones, pero al pasar casi frente a la bodega de armas Rick la sorprendió saliéndole de frente. La mujer rápidamente escondió el tubo de ensayo dentro del bolso que tenía amarrado a su cinturón. –oh! Disculpa, tengo algo de prisa- Dijo la joven haciéndose a un lado para pasar, pero Johnson no se lo permitió, ya que se interpuso en el camino. Poniendo una mirada seria y con un tono de enojo el oficial le pregunto a la chica:

-Eres Rebecca, la recluta de los STARS ¿cierto?- La joven no tuvo más opciones que asentir cabizbaja y sin mirar directamente al oficial. – Se supone que ustedes los STARS- Johnson hablaba en tono sarcástico cuando menciono STARS, –No deberían estar aquí, ya que fueron suspendidos hace ya bastante tiempo… ¿Qué hacías en la morgue?- La joven miembro de los STARS se sobresalto al escuchar que ese oficial la había visto en la morgue.

-¿La morgue? Yo no he estado ahí, además ya nos han levantado el castigo por lo que nos han llamado para combatir a los BOW´S- Rebecca actuaba de manera sospechosa, además mientras hablaba no quitaba la mano sobre su bolso que tenía en el cinturón, donde había escondido aquel extraño tubo de ensayo. –Un placer verte, si me disculpas tengo prisa- Dijo Rebecca tocando el brazo del oficial he intentando hacerlo a un lado, pero Johnson estaba muy bien plantado y ni siquiera logro moverlo.

-Me parece que te divertiste bastante allá dentro en la morgue- Dijo Johnson mientras veía el pecho de la chica que estaba lleno de manchas de sangre ya viejas. Rebecca bajo la mirada y vio su traje muy sucio, luego volteo la cabeza a un lado sin decir nada.

-Nunca lo entenderías- Dijo ella antes de darse la vuelta y dejar de espalda al oficial, ya que si no podía salir por el garaje saldría por la puerta principal. Johnson no podía sujetar a la joven ya que tenía las manos ocupadas por las armas, pero si podría continuar con su interrogatorio.

- ¿Qué es eso que has mencionado que es un BOW, que haces en la comisaria y por último y espero que respondas que es ese tubo de ensayo que llevas en ese bolso?- Rebecca se mordió el labio inferior, no podía responder a nada de eso… Ella tenía al oficial detrás suyo, no podía dejar que la descubriera, pero ¿matar a un policía que solo hacia su trabajo?, además parecía que la conocía, pero ella seguramente la había olvidado… ella ya había matado a otros más y no quería hacerlo de nuevo… Rebecca parecía no tener otra opción, dentro de la parte delantera de su chaleco tenía un puñal que usaba en caso de emergencia, rebeca se mordía cada vez más fuerte el labio con solo el hecho de pensar en lo que haría. Metiendo su mano en la parte delantera de su chaleco antibalas Rebecca comenzó a sacar lentamente el puñal, ni ella podía creer que apuñalaría a un hombre que no podía defenderse ya que tenía las manos ocupadas por las armas, si lo apuñalaba en el abdomen y giraba el puñal probablemente lo dejaría fuera de combate, si intentaba seguirla moriría indudablemente… de todas formas, seguramente lo devoraría un zombi tarde o temprano -¡No!- Grito Rebecca… y luego se quedo en silencio, Rick esperaba su respuesta, pero el grito de la joven lo sobresalto un poco, es probable que la chica estuviera muy alterada; mas no podía dejarla ir así nomas ella trama algo y no se puede ir así no más.

Rebecca se tapo la boca con la mano izquierda mientras que en la mano derecha ya sostenía su puñal desenfundado, Rebecca volteo la cabeza levemente fijando sus ojos llorosos en el oficial y con la mano izquierda tapándose la boca, Rick se sorprendió al ver aquella mirada llena de resentimientos, pero él no dio ni un paso atrás en su posición, no al dejaría escapar. La miembro de los STARS sostenía firmemente el cuchillo sin que le temblara la mano, no era la primera vez… no era la primera vez… uno más no cambiaria las cosas, ella lo hace por una buena causa… es solo uno más… Rebecca no podía siquiera aceptar que ella una medico, alguien que fue entrenado para salvarle la vida a las personas pensara en matar de nuevo a alguien que no estuviera infectado, por otro lado debía hacerlo, ya no podía perder más tiempo en aquel lugar.

En el instante en que Rebecca iba a asestar la estocada al Johnson, Tashira interrumpió la incómoda situación. – ¡Rick aun estas ahí corre al estacionamiento, nos urge poner a circular estas armas!- Rick estaba de frente a la puerta de la armería y se había olvidado de su encomienda. Volteándose hacia Tashira Johnson se disculpo con ella, pero dejo un espacio para que la Rebecca escapara. Ella agradecida por no tener que matar al oficial no perdió tiempo y se escurrió detrás del oficial. – ¡Espera detente!- Grito Johnson quien comenzó a correr en dirección al garaje detrás de Rebecca, Tashira no entendía nada de lo que hacía Johnson, pero al menos ya estaba en camino.

Rick Johnson corría tras la miembro de los STARS por el estrecho pasillo y la siguió hasta el garaje, la mujer se detuvo un momento y vio en todas direcciones buscando la salida más directa a la calle, por suerte para ella la puerta del garaje estaba abierta, por policías estaban montando una barricada pequeña y esperando las armas. En la barricada habían colocado algunas vallas pequeñas y cajas de madera, así como algunas tablas, había un pequeño espacio para escabullirse debajo de una de las vallas. Johnson siguió de cerca a la mujer, pero las armas le incomodaban mucho, sin embargo no podía tirarlas ya que podían dispararse y lastimar a alguien o incluso a él mismo. Rebecca paso junto a 5 sorprendidos oficiales quienes estaban moviendo unas cajas y montando guardia, la chica paso a gran velocidad y de barrio de costado izquierdo debajo de la barricada, para de esa manera no romper el tubo de ensayo o activar su arma que tenía en una funda del lado derecho. Una vez del otro lado, la mujer se detuvo y volteo a ver hacia atrás, aun tenía en su mano el puñal.

Cuando la mujer se dio la vuelta, Rick vio el puñal en su mano… ella quería matarlo en aquel momento… -¡Maldita perr… te atrapare, aunque la ciudad este en estas condiciones la ley se cumplirá!- Rebecca giro de prisa y empezó a escapar sobre la calle principal. Rick repartió las armas rápidamente, cuando se disponía a saltar algo lo distrajo.

-¡Miren eso!- Detrás de todos ellos, sobre el muro de la comisaria habían dos extraños seres, parecían humanos… pero en vez de manos y pies sus extremidades terminaban en garras enormes y estaban desnudos, además tenían sus cuerpos delgados, en lo que parecía ser carne viva, como si hubieran sido despellejados y aun se podía ver algún tipo de liquido recubriéndolos. Al ver la cabeza de aquellos seres los oficiales vieron que tenían el cerebro expuesto, justo en ese momento los seres voltearon hacia los oficiales mostrando sus enormes colmillos y dientes afilados, como si fuera poco del interior de sus bocas salió una anormalmente gran lengua llena de saliva muy espesa… Casi en ese mismo instante un chillido espeluznante fue lanzado por aquellas creaturas y estas se tiraron encima de uno de los oficiales. Rick volteo su atención a la miembro de los STARS correr sobre la calle principal Warren St., sin embargo no podía abandonar a sus compañeros. Al ver de nuevo al policía sobre el que habían saltado solo pudo ver como la cabeza del oficial caía y desde atrás del cuerpo que se desplomaba rápidamente expidiendo enormes cantidades de sangre desde su cuello, emergieron aquellas dos creaturas lanzando lengüetazos como si fueran piquetes de una lanza…

sábado, 15 de octubre de 2011

Capitulo 2 Biohazard Der Mond Satans

Capitulo 2

Correr por tu vida es lo único que vale en este lugar; ¿pero que pasa cuando no puedes correr?... - Resiste Flavia escaparemos – Decía Florr jadeando, cuando aferraba sobre sus hombros el peso de Flavia al alejarse de aquel lugar donde había sido atacados, ellas y sus demás compañeros de equipo. La tarde comenzaba a llegar y posar el rojo sangre del ocaso sobre las cabezas de los sobrevivientes que hasta el momento no se imaginaban que el infierno apenas estaba por comenzar.

- Florr, ¿Qué ha sucedido?- Pregunto Flavia quien se tocaba la frente con su brazo derecho, mientras que con el izquierdo se aferraba a su amiga Florr.

-Todos han muerto, solo quedamos nosotras del equipo original Flavia, fue horrible- Florr no podía creer lo que había pasado hace apenas unos minutos atrás, cuando frente a sus ojos y debido a su impotencia no pudo ayudar a sus camaradas quienes murieron uno por uno. Flavia no entendía bien lo que su amiga le decía, no sabía si era por el dolor en su cabeza o simplemente porque aquello le resultaba irreal. No solamente el que todos hubieran muerto, sino el que existiera un monstruo con aquellas proporciones, era como una pesadilla.

-Florr no puede ser posible que lo que me digas sea cierto, simplemente me niego a creerlo- Flavia decía aquellas palabras mientras continuaba su camino junto con su compañera. Florr vio un callejón que se veía a la izquierda entre unas tiendas y decidió entrar junto con Flavia, una vez dentro del callejón, Florr coloco a Flavia detrás de un contenedor de basura de tal manera que si alguien cruzara frente al callejón no las viera a menos que entrase en el. Flor luego de dejar a Flavia en el suelo dio un último vistazo hacia afuera del callejón y hacia adentro asegurándose que nadie viniera, aquel callejón se veía seguro, tenía las ventanas a unos dos metros del nivel de la calle, con rejas y una puerta bloqueaba el paso hacia el interior, mas Florr no había reparado en revisar si esta estaba cerrada, simplemente se sentó junto su amiga y poso su cabeza en el hombro de Flavia.

-No te miento Flavia, sería incapaz de hacerte eso… nada de lo que recuerdas fue mentira… todos están muertos…- Flavia escuchaba las palabras de Florr, pero con mucho escepticismo. Las compañeras recordaron los instantes trágicos en los cuales fueron atacados por aquella creatura, pero aun así Flavia no se podía creer tal cosa, debía ser una broma de mal gusto por lo que irracionalmente entro en un estado de ira y se volteo a Florr, se desquitaría con ella, pero al ver la cara de su compañera se percato de que esta estaba llorando sobre su hombro con la mirada perdida viendo hacia la pared sucia y llena de carteles que tenían de frente. AL ver el estado de su compañera Flavia no tuvo más opción de considerar la situación actual, aunque no quería, debía ser comprensiva con su compañera.

Con sus manos suavemente Flavia tomo cal cabeza de Florr y la poso sobre sus piernas que estaban recogidas y cuando estaba ella recostada sobre las piernas de su compañera, Flor desvió su mirada hacia Flavia quien tenía una mirada tierna y una expresión cálida como la de una madre. Flavia seco las manos de Florr con un dedo índice.

-Tranquilízate Florr yo aun estoy contigo, no debemos olvidar porque estamos en esta ciudad, si fuimos enviados es para proteger a los ciudadanos. A pesar de ser las únicas dos con vida, tenemos nuestras armas y con ellas defendernos nuestras vidas y las de todas aquellas personas que nos necesiten, es por ese motivo que tenemos que llegar a ST Michael y protegerla- Las palabras de Flavia calaban en el corazón herido de Florr, además de sus caricias en el rostro de la joven novata que la reconfortaban aun más. Entonces Florr sintió como las uñas de Flavia raspaban su piel y quitaban algo de su rostro.

-¿Qué tengo?- pregunto Florr sin dejar de ver hacia los ojos de Flavia.

-Tienes sangre seca en el rostro- Luego de decir eso Flavia lanzo una pequeña risa, en ese preciso momento la luz de la farola sobre ellas se encendió. – La noche se acerca Florr, debemos intentar llegar a St. Michael lo antes posible, sino podríamos ser atacadas por aquella cosa o por algo peor- Florr se despego del regazo de Flavia, al abandonarlo sentir como se apartaba de la seguridad que había sentido antes y ahora estaba de nuevo sumida en aquella terrible realidad, Florr no dijo nada más, pero ante de levantarse dio una rápida mirada a Flavia quien estaba a su espalda, luego de eso Florr se levanto y tomo su rifle del suelo para después ayudar a Flavia a levantarse, quien parecía ya no tener ningún problema.

- De ahora en adelante harás todo lo que yo te diga, ¿estás de acuerdo Florr, no vas a decepcionarme cierto?- Florr asintió aunque no estaba muy segura del acuerdo que estaba haciendo, Flavia no la decepcionaría…

……

-La vida avanza tanto como la esperanza que tengamos en vivirla, aunque la noche se vuelva más oscura siempre existirá el sentido que nos permita avanzar a través de esta, esa es nuestra única oportunidad de vivir, que no se te olvide Rebecca- Aquellas palabras habían calado en el alma de la joven novata quien no podía dejarse morir si bien parecía que ese el destino que se le había otorgado en la ciudad de Raccoon, pero fue entonces que lo conoció a él y por él sobreviviría, no estaba sola tenía que vivir para encontrarse con sus compañeros una vez más..

…….

Setiembre 26 de 1998, 2:30 pm.

Las olas del mar golpeaban la playa en un día de verano como cualquiera, con un atardecer esplendoroso y hermosos, el sol brillaba en un tono rojo sangre que le daba una perturbadora, mas encantadora apariencia. Cuando de pronto el grito de una mujer, mi esposa me desgarro el alama desde aquel momento.

-¡Tommy! ¡Tommy! ¡Hijo levantarte por favor! ¡Respira hijo!- Gritaba mi esposa desconsolada, cuando me acerque a él lo vi en ese tono morado e inconsciente en mis brazos, mientras mi esposa me pedida que lo salvara, que era mi deber como padre y como policía… Tommy… no mueras, por favor Tommy, no me dejes solo… hijoooo…. Aun puedo escuchar los gritos de dolor que daba mi esposa, tal como aquel día, tan desgarradores como siempre…

En aquel momento el agente Rick Johnson del Departamento de Policía de la Ciudad de Raccoon despertó de golpe. – Un momento, eso no fue un sueño… esos gritos son reales- Así era, a su alrededor lo único que podía escuchar eran gritos y casi de inmediato se percato de aquel olor, ¡humo! -¿Qué está pasando, qué hora es? Rick muy desconcertado salto de su cama y hacia todas las direcciones mientras buscaba sus cosas y el reloj. Eran las 2:30 pm, hacia horas que debía haber llegado a la comisaria, pero se había quedado dormido, el día anterior había trabajado hasta bien entrada la noche cuando comenzaron a levantar la barricada en las puertas después de que la noche anterior justo cuando terminaba su guardia en la madrugada del ese mismo día la comandancia de policía fue atacada de sorpresa por aquellas creaturas, zombis, como sacados de una mala cinta de terror las creaturas se abalanzaron no solamente sobre las personas, sino también contra todo tipo de ser viviente en la ciudad, por doquier los equipos de emergencia salieron al encuentro de los indeseables nuevos huéspedes de la ciudad, que atacaron en una gran magnitud y sin previo aviso ante el asombro como la impotencia de la misma estación de policías que rápidamente acabo hiriendo y matando mucho de los compañeros de toda una vida de Rick.

Incluso el equipo de comunicaciones del cual recientemente se había restablecido después de que en los primeros días de ese mismo mes de setiembre, un grupo de paramilitares de Umbrella irrumpiera y destruyera la torre de comunicaciones, con ella un segmento del edificio de la vieja biblioteca. Este equipo fue dañado la madrugada anterior por lo que nos hemos visto incomunicados, la única oportunidad fue la comunicación establecida con las autoridad de Umbrella, para que se encargaran de que el gobierno tanto los altos miembros de la corporación sepan de la situación que se gesta en estos mismos instantes en la ciudad… Anoche las ordenes que recibimos de parte del jefe fue la de dispersar las armas para tenerlas en acceso y que si la sala de armas fuera tomada no nos viéramos en problemas, si eso es así debo llegar a la comisaria de inmediato.

Por suerte para Rick, él vivía zona residencial cerca de la estación de policías, Rick tomo rápidamente su chaqueta, aun podía escuchar los gritos, aun tenia puesto su uniforme desde el día anterior, pero no sabía dónde estaba su arma, sería mejor no entretenerse en la estación conseguiría alguna, pero quizás la situación ya estuviese bajo control. Johnson estaba a punto de salir de su apartamento, cuando casi olvida sus llaves y su llavero de la suerte, una vieja bala de rifle que le había regalado su padre. Rick lo tomo rápidamente lo revoleo sobre su dedo índice y corrió hacia la puerta no sin antes acomodarse su palca sobre su cuello atada como un colgante y se coloco su gorra del RPD. Al salir Rick vio hacia la derecha del pasillo en el piso de su apartamento y confirmo sus sospechas estaba en llamas, pero al ver a su izquierda cerca de las escales para bajar al lobby vio a su amiga Vanessa y esta estaba gritando con desesperación ya que era atacada por un extraño hombre, no, un zombi y le estaba mordiendo el pecho y los hombros.

-¡Resiste Vanessa aquí voy!- Grito Rick, pero antes de recorrer los 4 metros que los separaban Vanessa perdió el equilibrio y debido al frenético ataque del zombi quien la devoraba vivía, ambos cayeron por la ventana que estaba en la pared contigua a las escaleras del 3 piso, donde se encontraba el apartamento de Rick y Vanessa, pero ya era demasiado tarde Vanessa y el zombi cayeron despedazando las cabezas de ambos, Rick asomo para ver a su compañera, pero lo que vio no fueron solo dos cadáveres sino una ciudad sumida en caos y destrucción, fuego y gente siendo atacada frente a él y otros más robando mientras algunos disparaban a aquellas creaturas, las patrullas iban de un lado para otros. La situación parecía irreal por lo que Rick debía apresurarse a llegar a la comandancia de policías, algo grave estaba pasando en la ciudad y la comisaria debía seguro de estar peor.