viernes, 20 de noviembre de 2009

Proyecto Caos, Capitulo 1, primera parte

Capitulo 1 - parte: 1


En la base de Umbrella al sur de Pensilvania el equipo del RBI A 11 del U.B.C.S. se preparaba para salir clandestinamente luego de la decisión tomada por el comandante del equipo.

-Luz, prepara las armas, recuerde que salimos en una hora- Dijo Caos con tono de orden.

-Si comandante, ya casi esta todo listo, solo me falta alistar la munición- Dijo Luz Lawera la integrante de menor edad del equipo, mientras se ponía en posición erguida y saludaba al estilo militar. Caos asintió en señal de afirmación a lo que decía Luz.

Caos camino en dirección al hangar, donde lo esperaban los otros 3 miembros del equipo para salir del lugar.


-No se porque decidiste salir tan de repente, según sabia todos nos iríamos en una o dos semanas siempre y cuado todo empeorara- Dijo Alexia al comandante Caos, este se fijo en ella y le dijo:

-Si, lo sé, pero eso no es pretexto para no adelantarnos al resto. Además, a muchos de ustedes les hace falta un poco más de enfrentamiento de campo, pero eso no quiere decir que nos vallamos a enfrentar a los “asesinos” que acosan esa ciudad, así que tranquilos… sin embargo no por eso confíense, hace ya 2 días que están prohibiendo la entrada a esa ciudad, supuestamente las personas de ahí están como locas por alguna razón,.

Estas armas(dijo señalando a la joven Lawera cargando en su hombro un gran saco con los equipos, sobre su hombro) nos ayudaran a mantenerlos a raya- Caos se volteaba hacia el helipuerto, y empezaba a caminar seguido de los miembros del equipo.


-Oye pequeña, ¿necesitas ayuda?- Le dijo el teniente D-1036, a la joven que cargaba con dificultad la enorme bolsa con los equipos. La joven volvió su mirada al hombre que le hablaba y con su mano izquierda seco el sudor de su frente y le dijo:

-OK, pero no creas que no puedo hacerlo sola, es solo que quiero que tu también trabajes- Y le dio un pequeño golpe en el hombro, el teniente cargo la bolsa sobre sus hombros sin mucho esfuerzo y eso le demostró a Lawera que le hacia falta mucho más entrenamiento, este era una de sus primeras misiones, y más en particular su primera misión encubierta.

No tenia de que preocuparse, ya que tenia un gran apoyo en su equipo. Tenía a Caos, el comandante del equipo, aunque aveces era raro, sabia como hacer su trabajo y además le había enseñado todo lo que sabia, En el grupo también lo conformaban otras dos mujeres, Sophy una experta en equipos de computación, la cual tenia unos 22 años y era muy buena tiradora, tenia varios meses en el equipo de Caos, de cuando se decidió a dejar la sede de informática he ingresar a un trabajo más de campo, a esta se le sumaba Alexia Ashford, la hija de uno de los hombres pudientes de la compañía, no la conocía muy bien, solo que era algo arrogante y muy pretenciosa, pero también sabe como hacer su trabajo. Claro no puedo olvidar al teniente D-1036, por su código de personal, su verdadero nombre es Carlos y ese nombre es difícil de pronunciar, por eso me gusta más decirle D o d-1036, aunque sea tedioso decirlo. Creo que es mi mejor amigo en toda la compañía.


-¡Ey! Ustedes dos, apresúrense, debemos aprovechar la noche para llegar a Raccoon y no ser detectados- dijo Sophy interrumpiendo los vagos pensamientos de Luz, D apresuro su marcha hacia el helicóptero que empezaba a calentar motores y hacer mover las aspas, mientras afuera Caos esperaba a los dos rezagados afuera de la entrada al helicóptero con los brazos cruzados y una mirada fijo sobre Luz y el teniente. Los cuales entraron de un salto a la nave, Caos entro de último y cerro la puerta a su espalda.

Se puso unos auriculares, como todos los demás, le hizo una señal al piloto que era parte de la división del S.O.S. 506, el cual confirmo con un gesto de su cabeza y el helicóptero comenzó a elevarse.

A mitad de camino al lugar indicado Alexia interrumpió el silencio que había en la nave para preguntar de una vez por todas a Caos. ¿Por que si lo que debían hacer era recoger solo una maleta no iba él solo? Además se suponía que él era el mejor del equipo, una misión de mensajera, no debería de necesitar, a todo el equipo y hasta un helicóptero en una incursión nocturna, por otra parte ella también había visto en el escritorio de la oficina del comandante unas reservaciones en un hotel de Raccoon, lo que indicaba que seguramente no estarían un solo día en aquel lugar? Era obvio que algo se traía entre manos el comandante, o por lo menos sabía algo que los demás no sabían. La pregunta dirigida al comandante parecio no importarle, y este respondió con mucha calma:

-Tranquila Alexia, esta claro que la misión cosiste en traer una maleta, pero lo malo es que no sé en que lugar de las alcantarillas se encuentra la doctora Conors, por lo que necesercito su ayuda para encontrarla.- entonces un grito de asco se escucho por toda la nave.

-¿Las alcantarillas? Que mal, yo cuando entre al grupo supuse que solo entraríamos a lugares para hacer de guardas, tal vez de vez en cuando pelear contra los tipos malos, no hacer trabajo de fontaneros- dijo Sophy, con un feo gesto de asco en su rostro. Caos entrego los ojos mientras fruncía el seño por el comentario de Sophy. Y justo cuando iba a abrir la boca para responder, el piloto de la nave dijo.

-En diez minutos llegaremos a las montañas Arklay y el claro donde aterrizaremos, no esta lejos, así que prepárense para la llegada.- Caos afirmo con un gesto con la cabeza, dirigió luego su mirada a la joven Luz y le dijo:

-reparte las armas, ya estamos oficialmente en la misión-

Y todos los miembros del equipo después de esa frase tensaron su cuerpo, como algún tipo de presagio extraño para lo que se avecinaba, lo cual era algo que no alentó a ninguno de los 5 integrantes del grupo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El ocaso del Templario

Ensayo

Un Día en la Vida de un Personaje Histórico

Un día en la vida de Un Caballero de Templario después de la disolución de la
Orden en 1314





Una historia de Caballería Clásica Cristiana








El Ocaso del Templario

Durante las cruzadas del año 1101, los cristianos llevados por su fe, tomaron tierra Santa. En este marco nace una orden de monjes caballeros los cuales toman el nombre de Templarios al ubicarse estos en el antiguo templo de Salomón en Jerusalén. Estos caballeros estuvieron rodeados de gloria, un espíritu caballeresco, férreas doctrinas de disciplina al estilo de San benedictino, castidad, pobreza y obediencia resuena en las mentes de estos caballeros de Dios. Aun así con algunos viven con los ideales nobles caballerescos con los cuales nacieron y los cuales dejaron al entrar a la orden del Temple.

Dos siglos de gloria, de respeto hacia el pueblo; dos siglos de grandes victorias y sangrientas derrotas, llevaron a la orden de los caballeros templarios a consolidarse como una organización religiosa en el mundo cristiano que solo era superada por el Papa. Más ricos que muchos nobles he incluso reyes, contaban con sus propias flotas privadas, fortalezas y castillos. En conjunto los caballeros Templarios eran muy ricos y poderosos, mas individualmente eran pobres y subordinados a su fe. Al final de 1314 fue disuelta por la codicia y la mentira.

Muchos de estos caballeros, luego de ser acusados de herejía fueron encarcelados, torturados y sentenciados a muerte, algunos lograron huir, mas otros fueron incautados y renombrados para servir a otros señores.

De este “destino”, un caballero Templario, escapo al desembarcar el 14 de diciembre de 1314 en la costa de de Venecia, llevado por una de las ultimas naves templarías que había salido de las costas de la isla de Chipre. Al desembarcar les dieron la orden de huir a cualquier lugar, ya que si eran capturados posiblemente no vivirían.

El joven caballero templario de entonces 19 años, huyó con rumbo al Sacro Imperio Romano Germano, solo ahí podría huir, su descendencia germana le llevaba a correr hacia sus raíces, mas sabía que no podría huir con su familia.

Él debía esconderse o aceptar el destino de sus compañeros. Pobre como había jurado ser al entrar a la orden solo portaba su equipo de regla, una espada templaría la cual era su mejor defensa, su espada la cual significaba su vida.

Portaba consigo, un escudo oblicuo en su brazo izquierdo, además de muy firmemente sujeta en su mano derecha llevaba una lanza de cuatro metros y con banderín que daba a relucir la cruz roja, símbolo de los templarios. Su vestimenta era la única que tenia desde hacia 6 años antes cuando se unió a los caballeros Templarios, un uniforme militar que consistía en un cota de malla en forma de caperuza que el cuello, los hombros, el pecho, la espalda y con unos flecos los cuales le protegían los muslos. Su visión era reducida por su yelmo que tenia un visor rectangular y estrecho, el cual era de forma cilíndrica, hecho de hierro. A todo esto se le sumaba una espaldera, la cual tenía una incrustación de hierro en forma de cruz, esta le proporcionaba una protección para la espalda, unas calzas protegían sus espinillas, estaban forjadas en hierro y le brindaban protección a sus piernas. Y sobre todo esto llevaba una túnica blanca, que le recubría todo el cuerpo, y sobre la cual sobre el pecho se apreciaba una cruz roja símbolo de su martirio. Con dos alforjas donde llevaba pocas provisiones, caminaba por entre los bosques, prados y sembradíos, eludiendo las sombras que lo perseguían, sombra que no dejaban que se detuviera, en constante huida, solo se detenía para llenar una de sus alforjas de agua y tomar lo que pudiera del bosque, o incluso cosas que robaba en el camino.

Huyendo por varios meses, no se detuvo mas solo para dormir escondido entre las cuevas un par de horas y seguir con su camino. No sabia donde estaba ni cuanto tiempo había caminado. Había perdido su lanza, además de su cordura.

Había abandonado a sus compañeros en el momento que más lo necesitaban, sus hermanos estaban siendo perseguidos, torturados y sentenciados, las voces de las personas en el bosque susurraban terribles historias, mentiras increíbles, hechos ridículos, de los cuales acusaban a la orden, él no podía creerlo. Mas la rabia que sentía recorrer todo su cuerpo solo incitaban a orar a Dios, y preguntar ¿Por qué les hacían esto?

Ellos habían jurado obediencia a la iglesia, eran soldados de Cristo, eran personas piadosas, vivían bajo las enseñanzas de San Bernardino. Eran una fuerza implacable, protegían la tierra Santa y también protegían el tesoro.

Sus pies, perdieron fuerzas y la voluntad de vivir lo había abandonado a su suerte, cayendo sobre sus rodillas. Ya no podía orar más, por más que huyera no podía hacer nada, ya no tenia a donde ir seguramente estaría mejor ante Dios, él perdonaría sus pecados y los confortaría por la perdida de las fortalezas en tierra Santa.

La desesperación del hombre fue tal que juro ante Dios, entregarle su nombre Cristiano otorgado en el sacramento del bautismo, que era comparado al juramento que había hecho a su bandera templaría si le daba una señal de lo que debería hacer para reivindicarse con Dios. Por que el había abandonado a sus hermanos en los momentos donde todos estaban siendo ejecutados, torturados, en momentos donde se supone el debía dejar de existir por ordenes del papa.

Entonces, la noche cedió su lugar un nuevo día, el caballero ahora sin nombre veía asombrado lo que sucedía, el sol que resplandecía en frente de él, comenzaba a iluminar el lúgubre bosque por el que había estado caminando durante toda su vida. Fue ahí cuando en un claro más debajo de la montaña donde el se encontraba vio a una joven mujer. A la orilla de un claro que empezaba a ser iluminado por los primeros rayos del sol.

Era seguro que él debía llegar hasta ella, la joven doncella parecía estar algo alterada puesto que se movía trastabillante a las orilla de un rio. El caballero sin nombre se dirigió a donde se encontraba la joven doncella, pero este ya sin fuerzas no pudo sostenerse y cayó de frente a la joven, quien al ver al hombre desfallecer entre sus brazos y lo miro fríamente. El caballero, recostado sobre los regazos de la mujer, noto que no tenía casco, ella se lo había quitado y esta le estaba dando agua, la cual él tomaba con desesperación.

Luego de esto, él se levanto y se alejo de la mujer, parecía que dureza masculina estaba siendo mermada, debía ser parte de su propia decadencia. Se suponía que el era un caballero cristiano, el cual se debía erigir como un defensor de la mujer. Pero si Dios la había puesto hacia ella el debía de mostrar respeto y arrodillarse antes las doncellas, así demostrar su sumisión ante la doncella. Esta parecía estar algo anonada ante la postura que el caballero había tomado, lo cual dio un momento a este, para así poder ver mejor a la doncella. Rápidamente había quedado claro que esta no era hija de ningún campesino pobre, sus ropas eran de noble, debido a que su vestido era azul profundo y poseía muchos detalles como encajes y algunas cuentas. Por otra parte sobre su delicado cuello tenia una gargantilla de oro, su cara angelical y demostraba inocencia en su mirada, acentuada sobre sus delicados rasgos denotaban la nobleza, pero el rasgo más notorio eran sus ojos verdes que parecían un prístino bosque en verano, pero su cabello no era rubio como el de las mujeres nativas de la zona donde el creía que se encontraba, su tono era más de un tono café claro y corto.


La joven doncella, se levanto frente al caballero y se le acerco contando su historia, aquello que la había llevado hasta él. Unos bandidos, habían entrado en su aldea la noche anterior, habían atacado por sorpresa, destruido la puerta de la empalizada que protegía a la aldea, se habían hecho del ganado, matado a mucha gente y a los pocos sobrevivientes los habían expulsado sus casas. Las casas estaban hechas de madera, los establos habían sido destruidos, y el almacén de la pequeña comunidad había sido saqueado. Su padre era el señor de estas tierras hasta hace pocos años abandonadas. El caballero entonces pregunto por si ubicación, el deseaba saber donde se encontraba. La mujer respondió rápidamente a su pregunta. Le explico que estaban en Baviera y que los territorios en que se encontraban, habían sido otorgados a su padre, el era el señor de esas tierras, pero que otros campesinos habían llegado y les habían arrebatado su propiedad por las armas y por lo que su padre la había enviado por ayuda, sin embargo ella jamás había pensado que se encontraría con un caballero. El caballero se levanto y dirijo la mirada al cielo nocturno que estaba muriendo a manos de la luz del sol que se asomaba ante las montañas babaras y le dijo a Dios que el aceptaría la misión que le ha impuesto. Recordando que en esta época las regiones muchas veces no habían sido exploradas y recién colonizadas.

El caballero le pregunto a la joven doncella por su nombre, ella le respondió con gusto. Su nombre era Rebecca, un nombre hebreo, ella le explico que su padre era católico, pero su madre era judía, por lo que su padre ante la vergüenza de ser un noble y haberse casado con una judía había escapado y se había asentado en estas lejanas tierras.

La joven se refirió a el caballero con al misma pregunta, pero este no podía contestarle. El había ofrecido su nombre cristiano dado a el en la Santa Sacristía del bautizo por una oportunidad de salvar su alma, ya que el había abandonado a sus compañero. Mas el no podía creer que Dios le estaba haciendo esta prueba, tenia que ayudar a una judía, alguien que era parte del pueblo que había asesinado a Jesús, y el un caballero de Cristo había cegado la vida de cientos de estos en Tierra Santa, pero ahora debía ayudar a una; una mujer que era como esas decadentes plagas que invadían toda Europa desde el siglo X. Los judíos en las cruzadas eran perseguidos por haber mandado a Jesús a su muerte, por lo que los caballeros como los templarios se dedicaban a la exterminación de de estos pueblos, así como se dedicaban a la protección de los peregrinos.


Pero el temor que sentía ante su falta cometida, y lo que fuera de su alma, el había roto su ideal de hermandad al abandonar sus compañeros que de seguros había de recibir el regalo de la otra vida y el ahora que tenia su oportunidad de redimir su falta no la desaprovecharía. El debía sentir el sufrimiento de esa joven doncella como propio, el debía sufrir con los que sufren, si Dios la ha elegido, debería eliminar los sentimientos terrenales, tener paciencia ante la desgracia y a de sufrir esta injusticia con valor. De esta manera será capas de derramar llanto por las penas ajenas.

Pero debía orar por la iluminación antes de la batalla, ya que no iría a enfrentar una batalla cualquiera, debía tomar lo que era una pequeña fortaleza, los pueblos estaban dispuestos entre una empalizada, y todo aquel que atravesase esa barrera no pasaría un buen rato. La joven notaba la preocupación en el rostro del caballero sin nombre. Pero ella debía intentar ayudar en algo y rápido ya pronto seria la época en que el señor feudal viniese por el tributo.

Preguntándole a la joven judía donde podía encontrar un lugar para rezar antes de la batalla, esta lo guio a un monasterio abandonado en lo alto de una colina no muy lejana, solo ese lugar podía ofrecerle, debido a que la pequeña capilla del lugar se encontraba dentro de la aldea. Rebecca llevo al caballero hasta colina desde se podía ver los primeros rayos del sol salir en el este, y al fondo se contemplaban las ruinas de un monasterio, que parecía abandonado hace mucho tiempo.

Al entrar en la vieja estructura de piedra, que parecía haber sido de una de las minas que se regaban por la zona, solo se veía unos viejos vitrales en el altar que daban al este y las paredes de los costados, Rebecca intento entrar al monasterio, pero el caballero sin nombre la obligo a regresarse, era un templo de Cristo y ella no podía pisar ese lugar, ella era una judía. Rebecca resentida se resigno a esperar afuera mientras oraba por su valiente caballero.


El templario oraba por al iluminación en la batalla. El debía luchar con todas sus fuertes, ser valiente y demostrar lo que era, un caballero templario, un noble, un hombre de Dios. Dirigiéndose en sus oraciones a María, a la cual se había consagrado a entrar a la orden, rogar por un milagro en la batalla. Sus oraciones duraban ya tiempo, el cual aprovecho el sol situándose en al pared este de los vitrales, la luz reflejándose atravesó el vidrio y dejo ver una imagen directamente en la pared expuesta del lado contrario. El caballero Templario dirigió al que seguro era un mensaje del cielo, Los vitrales mostraban una imagen de un santo en al pared, a la derecha estaba la imagen de San Jorge y a la izquierda la imagen de un dragón que fue eliminado por este Santo, y en medio también por una pequeña ventana sobre el altar, un rayo de luz se escabullía dejando al descubierto entre las dos imágenes y sobre la puerta una vieja lanza, esa seguro que era la señal.

Dios debía querer que el tuviese su equipo completo, el debía portar una lanza, esa lanza. Arrodillándose para dar gracias, el caballero templario se levanto luego y se dirigió a la lanza sobre la puerta, la cual estaba colgada sobre dos pequeños ganchos para una lanza tan grande, al bajar la lanza, el caballero noto que esta era solo una vara larga de unos 3 metros sin punta. La decepción invadió al caballero, pero casi en ese mismo instante, un sonido lo alerto de que algo sucedía, los ganchos que sostenían la vara se deslizaron forzosamente hacia arriba y luego de que esto paso un pequeño cuadro se cayo al suelo del pequeño monasterio, el cuadro era de la crucifixión de Cristo y detrás de este había un diminuto hoyo.

Dentro de este aprecia haber algo brillante, al tomar lo que estaba dentro del agujero se sorprendió de lo que vio. Esa debía ser la punta de la lanza que tenia en su mano, era una lanza de guerra, medía unos treinta centímetros, con una hendidura en el medio de la hoja afilada, y dentro de este había una astilla de hierro la cual estaba sujeta con cables de cobre, hierro y oro, también estaba recubierta con un enchapado de oro. Luego de encajarla perfectamente en la lanza entendió lo que Dios quería, él debía eliminar a su dragón, él debía salvar la aldea de la joven judía, demostrar su amor por el prójimo y así ganar en el amanecer de ese nuevo día volver a firmar su juramento a la hermandad y así lograr un espacio en la otra vida.

El caballero salió del monasterio, el día había comenzado y Dios lo había premiado con un hermoso día, sus blanca capucha la cual se supone debía reflejar el calor del desierto parecía retomar la vida en las frías montañas babaras. No tenia puesto su casco desde que había entrado al monasterio, debía prepararse para la batalla, por lo menos debía recortarse al barba, tal y como se supone debía hacerlo, debía ser pulcro y la cruz que simbolizaba su martirio parecía haber cobrado vida, el sentía como el orgullo volvía a correr por sus venas.

Acercándose a un pequeño riachuelo cerca del monasterio en ruinas se inclino, mojo su cabeza con el agua fría, tomo su pequeña daga y recorto su barba, con al misma agua quito el barro de sus botines de cuero y de su blanca túnica. Pero no encontraba su escudo o su yelmo, tampoco estaba Rebecca. Pero eso no importaba, el debía luchar en contra de los malhechores que se había atrevido a robar y el debía hacer valer su juramento.

Bajo rápidamente el sendero que llevaba al monasterio abandonado, al pie de la colina de encontró con Rebecca, esta lo esperaba con el escudo y el yelmo pulcros y listos. El caballero agradecido tomo la mano de la doncella y la acerco a sus labios mientras hacia una postración ante ella, para así demostrar su virtud de servidumbre cristiana hacia cualquier ser humano aunque fuese una judía. La doncella Rebecca se sonrojo ante la cortesía del noble caballero que se postraba ante ella y tomaba su mano. Pero justo cuando sus labios casi rosaban la suave piel de la mujer lo cual demostraba que jamás había trabajo en el campo o de manera manual en su vida. El caballero se detuvo al tomar conciencia de lo que estaba haciendo, para el estaba prohibido besar a cualquier mujer, no importaba si fuese su madre, hermana o cualquier otra. Estaba apunto de cometer pecado, el caballero se alejo rápidamente dejado a la joven, pero esta lo detuvo tomando su manta blanca desde la manga. El caballero no pudo seguir, la joven entonces coloco el yelmo del caballero en su cabeza, al igual que un escudero la joven comenzó a alistar al caballero para la batalla, estaba claro que su padre era un noble, seguramente un caballero al igual que él. La doncella prosiguió a colocar el escudo en su mano izquierda y a sujetar las correas, también el cinturón de cuero alrededor de su cintura, lo apretó más para que este no estuviera flojo al momento de la batalla y pudiera provocar que se le dificultara desenvainar su espada.

El caballero emprendió su camino hacia las torres de humo que se levantaban hacia el este. La joven doncella noto la extraña lanza que llevaba el caballero en su mano derecha y la cual recostaba a su hombro, esta parecía tener una aureola dorada, quizás por el enchapado dorado que la recubría y los rayos del sol que la iluminaban, pero parecía ser mas que eso.

Entonces el se volteo y le dijo, que si regresaba antes del ocaso su misión habría sido un éxito, pero si esto no sucedía las puertas del cielo se habrían cerrado para él.

Los caballeros templarios jamás retrocedían, amenos que se diera la orden o que los pararan en una proporción de tres a uno, salvo esta vez que encuentro seria de treinta a uno, pero el no debía de preocuparse, el era un caballero del temple, era un hombre santo y un luchador endiablado, temido por los caballeros árabes y sobreviviente de muchas batallas. Su yelmo con una hendidura rectangular lo limitaba en cuanto a que podía ver, su mirada posada permanentemente hacia el frente no dejaba que su objetivo se perdiera de vista.

El pueblo lejano parecía una pequeña fortaleza, una empalizada hecha con robles fuertes los cuerpos de muchos hombres estaban esparcidos por el camino, seguro como una táctica de intimidación, para que los verdaderos dueños no vinieran a molestar por sus tierras. Mas los cuerpos solo hacían contraste con el jardín afuera de la pequeña aldea.

Cuando el sol del medio día se poso sobre las cabezas de la nueva tierra conquistada, el nuevo señor de la aldea, limpiaba sacando los indicios de la batalla previa, cuando desde un mirador advirtieron de la presencia de un hombre tan blanco como nieve en los empinados picos que se apreciaban por la lejanía. El hombre llevaba equipo militar, el señor ordeno dejar entrar a su visitante. El hombre entro confiado con su lanza de frente, eran hombres de campo no soldados los que estaban en esa aldea, algunos tenían una espada, otros porras hachas, pero en sus ojos no se reflejaba esa mirada de temor a la guerra que tenían todos los cruzados.

El caballero paso su lanza a la mano izquierda y levantando su mano señalo a todos los que estaban en la aldea, hombres, mujeres y niños por igual, todos eran pecadores, habían quebrado un mandamiento. Y ahora deberían arrepentirse y salir de esas tierras, o si no deberían sufrir ante la espada de él un caballero templario, su espada finamente detallada con acabados que hacían referencia ala orden y en la punta de estos diseños el sello de los templarios, dos hombres sobre un mismo caballo, el símbolo de su pobreza, aquello que el recordaba que el no tenia nada, el era un guerrero de Dios y la muerte en batalla es gloriosa.



Le brillo en la espada de doble filo del caballero era una clara agresión, el sol directamente sobre ellos parecía estar esperando a que la batalla comenzara. Tomado con firmeza su espada, la cual es su máxima defensa, la cual simboliza su vida si el al pierde, seguramente perderá su vida. La ubico a un costado, su escudo oblicuo lo puso en frente de el, mientras la lanza se ubicaba tras el escudo tomada de medio para que así guardara la distancia entre el y sus atacantes, inmediatamente después de esto, comenzó rezar. Las mujeres tomaron a sus niños entre sus brazos, ese hombre parecía ser un santo con su cruz en su escudo y la manera en que rezaba sin que sus ojos se vieran atreves del estrecho visor rectangular de su yelmo.

El líder de esos campesinos libres insultado ante tal insolencia, envió al ataque contra el invasor que los estaba pretendiendo, los hombres se abalanzaron sobre el caballero templario, este aguanto sus primeros ataques, con su escudo, repeliendo la horda con su espada y empujando con su escudo a los hombres, estos al caer al suelo, eran acabados con una estocada. Los campesinos no se rendían ante la intimidación que provocaba ver a ese hombre que rezaba mientras desmembraba con su espada, los ataques parecían ser imposibles, pero ya se notaban los signos de cansancio, el sol ahora le daba la espalda al caballero, el señor de los campesinos tomo su espada de dos manos, de un metro y medio de largo. Con esta logro sacarle la espada de la mano al caballero, entonces el sintió por primera vez como la derrota y su muerte se cernía sobre su cabeza con la misión incumplida.

La enorme espada le dio en el pecho al caballero templario cortando la cruz roja en su pecho, el caballero fue lanzado hacia atrás cayendo sobre si mismo. Al caer llevo su mano hacia su pecho, pero al parecer, pero al llevarla hasta ahí. No logro sentir la sangre corriendo solo su cota de malla bajo la tela de su túnica blanca, no lograba distinguir que había pasado, pero parecía ser algún tipo de señal, la cruz que simbolizaba su martirio había sido cortada, lo que solo podía significar que su martirio había terminado. El había quedado perdonado, y seguramente Dios lo aceptaría en el reino de los cielos, para acompañar a sus compañeros templarios. Aun así con sus pecados perdonados, al enfrentar su misión, él sabia que no podía dejarla aun tenia que recuperar esta tierra como lo había prometido. Recordó en ese momento la lanza en sus manos nos e había soltado, su misión no terminaba hasta que estuviera muerto, si disciplina era férrea tal y como lo habían enseñado, debía demostrar su fuerza arrolladora.

Se levanto y tomo la lanza con su mano derecha, no huiría por el camino de la muerte, no volvería a cometer ese error, no rompería filas; se quedaría en la batalla hasta el final. Entonces la lanza que portaba en su mano empezó a sangrar, fue en ese instante donde se percato que la lanza en sus manos era la lanza sagrada, aquella que le había perforado el costado a Cristo y la misma que ayudo a los caballeros cruzados en el asedio de Kerbogha, de ahí en adelante, supo que su vida seria eterna mientras sostuviera firmemente la lanza y no la dejara caer. Lleno por un deseo servil de lucha por sus ideales, el caballero un cuando recibió varios ataques, parecieron no inmutarlos y al final, la lanza sagrada no dejo a nadie en pie que pudiera dar fe de lo que ahí había sucedido.

El ocaso se aproximaba y el debía llevar las noticias de la recuperación de la ciudad, las heridas no eran nada, el caballero templario había recuperado su gloria y ahora ya podía morir en paz, pero nos antes darle las buenas nuevas a la doncella Rebecca que lo esperaba en la cima de la colina.

Efectivamente la doncella lo esperaba en ese lugar con los aldeanos a los que se les había arrebatado la aldea. Al llegar dio la noticia a los campesinos, los cuales tomaron con agradecimiento la noticia y saludaron al caballero de mantos rojos cuya cruz había desaparecido entre el rojo de la sangre derramada. Entonces el señor de la aldea reconoció al caballero templario como un caballero de linajes nobles por las acciones que había realizado, por el honor de la joven doncella que era su hija, entonces el padre le dio el paso a su hija, la cual no dirigió la mirada a el caballero, ni tampoco lo saludo. El caballero había hecho un juramento de fidelidad a ella cuando le prometió volver antes del ocaso de ese día, ella entonces le quito el yelmo y le dio un beso. El padre de la joven le hizo notar que ahora se llamaría amic “suyo”. Pero el caballero retrocedió y le negó al señor, al joven se sorprendió y se alejo del caballero, él les explico que no podía realizar esa acción, el había jurado castidad y si se casaba caería en pecado y el reino de los cielos le seria negado a él y a la joven doncella Rebecca.

Sin embargo el se ergio frente a la joven doncella esto para prometerle ““servirla” en la sociedad, para hacerle pequeños y grandes obsequios, para luchar por ella en los torneos, para enamorarse en fin, y tocarle canciones” tal y como lo decía en las doctrinas descritas por un viejo maestre de la romántica caballeresca Waldemar Vedel. Sin embargo la doncella debía casarse con otro, el no podría, y el se dedicaría solo a ella, prometió fidelidad, reducir en todo lo posible sus deseos y sus fuerzas. A esto agrego que jamás podría estar a su lado, pero que él al cuidaría desde el monasterio en al cima de la colina desde donde vigilaría el pueblo y protegería por toda la eternidad. Al decir esto, el joven caballero dejo a la damisela quien lloro al saber que su amor no podía ser, y se dirigió con su padre al pueblo como una forma de agradecimiento por haberlo recuperado.

El Caballero templario, decidió darse a si mismo un nuevo nombre con el cual pudiera ser llamado para acudir a la batalla. Se deicidio por el nombre de Caos, para así ocultar su nombre cristiano entregado a Dios y sujetando la lanza sagrada por lo q viviría por siempre mientras el ocaso que cernía a su espalda contemplaba al caballero.





Conclusión

Se nota el papel de caballero cristiano como lo marca el autor Waldemar Vedel en su libro, donde dice:

“El Cristianismo erige en defensor del sector femenino de la naturaleza humana.”

En al cita anterior se evidencia el ideal de las historias del cristianismo donde es caracterizada por la protección de una doncella por parte de un caballero con ideales he historias sentimentales. Además de muchos elementos religiosos que son incorporados en las historias de esta época como lo son las reliquias, lo cual también podemos resaltar en al siguiente cita.

“Constantino el grande y el rey Franco Clodoveo abrazaron la fe cristiana para q Cristo condujera sus armas a la victoria. Y, desde entonces, tal fue la relación subsistente: los guerreros buscaron la ayuda de la Iglesia y de Cristo en la batalla, y la Iglesia misma solicito el brazo del guerrero para su protección.”

Es por esto que se ve la importancia impregnada en la oración antes de la batalla o durante la batalla en este siglo, además de la explicación de la posición de al iglesia hacia el guerrero, esto muchas veces en una intento de ganar más territorio a su causa. Esto también se ve evidenciado en el papel de iglesia por formar caballeros. Donde había lugares en los que se bendecían las armas de los jóvenes guerreros y con esto vivir las virtudes cristianas.
“La iglesia, por su parte, veneró entre sus santos a San Jorge, caballero de Capadocia, que dio muerte al dragón y libertó a la princesa- el antiguo matador del dragón de las leyendas heroicas adquiere carta de naturaleza en el Cristianismo- y el mismo San Jorge fue erigido Santo del esbatimento cristiano”
Es por razones como esta que los caballeros cristianos se veían muy arraigados a su fe, y que las historias caballerescas se incluyen, además de las propias tropas cristianas como lo fueron los caballeros templarios. Y, se debe resaltar también las señales de servilismos y sumisión cristiana como lo eran el arrodillarse y rezar. Estos elementos son los que conforman una historia clásica caballeresca, pero sin dejar de lado el elemento que brindaba la doncella, la cual es una pieza clave de estas historias de caballeros nobles. Pero en estos se notan las normas que se tenían ante el arte del cortejo a estas.

En la historia se intenta acoger la idea presentada por las distintas historias caballerescas con aires épicos y que conformaban parte de las tradiciones en la edad media de los siglos XII y XIII, donde la mujer debía tener ciertos criterios los cuales se intentaron incluir en la historia anterior.

“La mujer era servidora del hombre; lo atendía en las comidas, lo servía, en el aseo, lavaba su cabello, lo frotaba en el baño, en una palabra, hacia con respecto a él casi las mismas tareas que un mozo de cuadra. Semejante a una odalisca lo servía también con su amor, y una hemos visto cómo en los cantos populares es siempre la mujer quien ofrece su amor al hombre. El es su “señor”.”

Es por esto que se incluyen las acciones cortesanas de las jóvenes doncellas que son la fuente de inspiración de muchas de estas historias, donde el amor por el prójimo en los ideales caballerescos y más aun a los sentimientos de justicia y amor hacia la mujer amada mueven a los caballeros nobles en misiones imposibles Además se los ideales o los pasos del cortejo que da la mujer.

“Además, se las enseña a no volver el rostro, a no mirar fijamente a los ojos de un hombre, ni a hablar a extraños, así como también se les inculca la conveniencia de aparecer altaneras y mesuradas en todos los casos, “no por orgullo, si no por ponderación”.”

Estos elementos de cortejo en la edad media son adaptados a casi todas las historias de caballería las cuales tiene un matiz de romanticismo y heroísmo por la mujer amada. Y es eso lo que se quería dejar plasmado en el ensayo anterior, con la investigación de los sentimientos de un joven caballeros desposeído y con una deuda con Dios, los preparativos de una batalla, la lucha por una doncella, las características de los pueblos antiguos en el sur de el Sacro imperio Romano el cual empezó su colonización en la alta edad media, la visión de un cristiano ante un judío, la importancia de las reliquias religiosas, el estudio de las vestimentas de un caballero templario, su equipo y su visión del mundo. Además de una investigación de cómo peleaban estos guerreros y de sus valores cristianos muy férreos.





Bibliografía

Dbondt Jan. La alta Edad Media, Volumen 10. Ediciones Castilla S.A. Madrid, España. 1972

Diez Celaya, Fernando. Los templarios. CESMA S.A. Madrid, España. 1996

Runciamn Steven. Historia de las Cruzadas 2, El reino de Jerusalén y el Oriente Franco. Revista de occidente. Madrid, España 1954.

Sierra, Javier. Las Puertas Templarías. Editorial PDA S.L. España. 2005

Vedel. Waldemar. Cultura e Ideales de la Edad Media, La Romántica Caballeresca. Ediciones Monos. México DF. 1980

martes, 27 de octubre de 2009

Proyecto Caos

Un fic basado en resident evil, escrito el año pasado y reeditado este año. Espero lo disfruten

Hace unas semanas me he enterado de algo que sucedió en las instalaciones secretas de la mansión Spencer. Yo se bien lo que ha pasado en ese lugar, no es de extrañar ya que soy un comandante de uno de los tantos grupos del U.B.C.S.´s, escuadrón de control biológico de la Corporación Umbrella, por sus siglas en ingles, y como no tener equipos como estos siendo la compañía farmaseutica más poderosa del mundo.
Las cosas en ese lugar claramente no están marchando del todo bien, antes de este incidente de la mansión ya se habían dado algunos asesinatos en los alrededores de las montañas Arklay.
Yo sé que Umbrella intenta mantener ocultas sus armas, pero al parecer no hacen muy bien su trabajo. Aunque cabe la posibilidad de que reciban ayuda externa para que estó este pasando.
En pocas semanas tendré que ir a recoger un paquete a Raccoon City. A como van las cosas no será un viaje de placer, pero en realidad jamás hubiera sido, el viaje estaba planeado desde hace 2 meses, y se supone que debía ir por un compuesto químico desarrollado por la doctora Conors, una de las mejores investigadoras que tiene la corporación dentro de 6 meses cuando estuviera terminado y debidamente probado, pero Umbrella no puede esperar más. Sin embargo confío en que mi hermano menor me mantendrá informado de cualquier eventualidad.

Dos semanas antes de que el incidente en Raccoon City volviera a tomar fuerza.

Es inevitable, este mes a pasado volando, las cartas de mi hermano son tétricas acerca de los asesinatos caníbales en las ultimas semanas han aumentado en la ciudad, aunque nadie dice nada, solo mi hermano con sus pocas cartas con las cuales me envía progresos de sus investigaciones. El detective Faust, se cree muy inteligente pero no sabe lo lejos que esta de la verdad, el piensa que los ataques caníbales son producto de unos cuantos jóvenes pandilleros, pero no he querido decirle que son parte de un fallo de una arma biológica si Umbrella se enterara lo matarían a él y a mi.
Sin embargo Umbrella no debe querer eliminarme ya que me han encomendado una muy buena labor, me darán un poder inigualable y todo por ser uno de sus más fieles soldados. Tanta disciplina dio sus frutos, pero para probar esto, debo ir antes de lo planeado a la ciudad, a como van las cosas seguro la ciudad estará descontrolada en unos días y puede que a los altos mandos no les guste que me precipite, pero algo me dice que si no voy rápido puede incluso que no encuentre ni tan siquiera una pizca de mi regalo. Debo llevar a mi equipo y espero no sospechen nada, seguramente para mañana ya estaremos en Raccoon City. Parese que la noche esta llegando, mejor me apresuro.


Si quieren seguir leyendo solo me avisan